Fundu Lagoon: El sueño de Zanzíbar
Estoy segura de que tú también has soñado con ello antes. Ya fuera aquella vez que viajaste a un paisaje tropical que quitaba el aliento o incluso tras sólo haber visto una foto del mismo en tu ordenador. Pensaste: “-Debería dejar mi trabajo y marcharme a vivir allí”.
No sería difícil que este paisaje se encontrase en un lugar remoto que incluyese un mar turquesa, fina arena blanca y una naturaleza casi lujuriosamente verde.
Ellis Flyte pensó exactamente lo mismo pero lo convirtió en una realidad.
En un gran acto de fe, iba a dar un salto en su búsqueda de un lugar de retiro y escapada, una “casa de vacaciones” e involucrase en un proyecto que daría pie al hotel boutique que cambiaría su vida.
En un descanso de su trabajo como diseñadora cinematográfica, teatral y para su propia marca, Flyte Ostell, viajó a Pemba, la isla más pequeña en el lejano archipiélago de Zanzíbar.
Zanzíbar, en la costa de Tanzania, es un destino paradisíaco lo suficientemente remoto y desconocido todavía como para haber escapado al turismo masivo. La mayoría de la gente ignora todavía su importancia clave en el comercio de especias (nuez moscada, canela, pimienta, clavos…) o cómo las islas son el exotismo dentro de lo exótico gracias a su mezcla única de culturas: persa, parsi (persas de la India), árabe, musulmana, colonial inglesa y portuguesa, y africana (principalmente swahili), un amalgama de influencias que lo permea todo, desde la arquitectura, a la cocina y a la música (con el nombre propio de Taarab). Tampoco conocen sus arrecifes coralinos ni las tortugas de carey que nadan entre bancos de peces de colores. Ni siquiera muchos de los fans de Queen, saben que su cantante y líder, Freddie Mercury, nació allí bajo el nombre de Farrokh Bulsara.
A este lugar, alejado de toda rutina, se acercó un día Ellis en un momento de reflexión sobre su futuro. El capitán de su embarcación se refugió de una tormenta imprevista en una playa, y al despejarse el cielo, la diseñadora miró a sus acompañantes para exclamar: “Este es el lugar”. Había descubierto que su creatividad podía aplicarse de una forma diferente.
Regresó poco después al lugar junto a la arquitecta Emma Garstang, los socios que le habían ayudado a levantar el proyecto, Brian Henson, Alex Lewis and Marcus Lewis, y 300 artesanos locales, muchos de los cuales jamás hasta entonces habían visto un Mzungu -una persona blanca- para levantar un hotel al que llamaría Fundu Lagoon. La premisa innegociable es que se debía alterar ese entorno maravilloso lo menos posible. Por ello, utilizaron los recursos más ecológicos y tradicionales: los bungalows que conforman el resort emergen de entre la vegetación para no imponerse al paisaje, construidos con maderas de la isla y los manglares cercanos y con techos de hoja de palma trenzada, azulejos de Tanga, telas de algodón crudo, batiks y loneta y usan energía solar.
-¿Cuándo fue el momento exacto en el que decidiste: ” Tengo que volver aquí a vivir y empezar un hotel?” ¿Porqué? ¿Cuál fue la reacción de la gente de tu entorno? ¿Cuál fue la idea que te guió al proyectar y diseñar Fundu?
Mis amigos pensaron claramente que era un poco loco pero emocionante. Con la gente del lugar llevó un poco más de debate y de muchas preguntas… en reuniones bajo los mangos y bajo carpas de loneta ¡para ponernos a salvo del sol! Pero finalmente aceptaron el mismo día de mi cumpleaños y pudimos dejarlo por escrito y comenzar a construir. Empleamos 150 habitantes del lugar y les pagábamos diariamente en la moneda local. Markus (su socio) estuvo viviendo en el lugar de las obras junto a Emma, nuestra arquitecto, desde enero de 1.999 y abrimos con el milenio! Viajé alrededor de Dar, Tanzania, Malawi, India y Londres en busca de todo lo necesario para el hotel, desde el mobiliario, los colores de la pintura, el equipamiento de la cocina y los baños, artículos de aseo… etc etc Un año muy ocupado para mí también, visitando frecuentemente el lugar para controlar todo el proceso. A día de hoy, vivo de nuevo en Gran Bretaña pero sigo siendo la única directora, que visita el lugar 10 veces al año.
-¿Qué es lo más valioso que has descubierto en Zanzíbar?
Hay un montón de experiencias emocionantes ¡es difícil elegir una! Quizás la paz, la tranquilidad, lo conmovedor del lugar y de la gendte de allí, que son tan afables y tienen tantas ganas de aprender cosas. Es un destino remoto y muy especial, donde te sientes muy querido. El lugar es asombroso, la gente es inconmensurablemente amable y muy ávida de aprender. Es todo tan espiritual y potente que te puede conmover hasta las lágrimas y ayudarte a encontar paz dentro de ti.
-¿Y qué has copiado de las costumbres Zanzibarís?
Detalles de su modo de vida relajadado. Me encanta como caminan: lo llamamos andares arrastrapiés zanzibarís.
-¿Cuál es tu plato Zanzibari favorito? Ya que es una isla tradicionalmente dedicada a las especias, ¿se usan mucho en la cocina?
Nosotros tenemos chefs locales y hay un plato Swahili en cada menú. Adoro las samusas y los aperitivos, que los bordan, y el Pwani Madafu, desde luego (que es leche de coco directamente de su cáscara!). Puedes oler el aroma de las especias desde que te bajas del avión, y sí, nosotros las usamos diariamente tanto en nuestra cocina como en nuestros cócteles.
-¿Hay alguna palabra local que te haya descubierto un nuevo significado o concepto que no existe en tu idioma nativo?
Mi favorita es Salama que significa “La paz sea contigo”. La gente la dice constantemene como saludo. ¡La vida de la gran ciudad no proyecta ese tipo de amabilidad demasiado a menudo!
-¿Todavía vives en Londres o más en Zanzíbar?
Como he dicho antes, todavía vivo en Londres y visito Fundu unas 10 veces al año. Todavía diseño ropa para clientes internacionales privados desde mi estudio en Londres cuando es posible.
-¿Sigues llevando tu marca de moda Flyte Ostell o trabajando en el mundo de la moda? Como se compatibiliza eso con la dirección de un hotel? Y respecto a la moda,¿qué has descubierto aquí?
Me he dedicado a la moda y al diseño de vestuario desde muy joven y continúo haciéndolo de modo privado. Creo que cuando eres una persona creativa tu trabajo puede abarcar un número muy diferente de áreas de estilo de vida, desde la ropa al diseño de interiores o a los propios edificios. Mi difunto padre, Thomas Hynd Duncan, fue un celebrado arquitecto e indudablemente aprendí algo de él sobre proporciones, uso del color, la forma y la textura. Respecto a los diseños de tela de Fundu (ella es la responsable de los textiles y ropa blanca del hotel) responden mayormente al o que hay disponible. Decidí usar como base la misma tela típica que se emplea en las velas de los barcos tradicionales zanzibaríes, un tejido ligero y natural drapeado para que la brisa lo atrape. Las “camas de día” o divanes, camas gigantes del tamaño de un sogá para holgazanear, dormir o descansar, son otro toque tradicional que es muy disfrutado por los huéspedes. Otros tejidos típicos locales incluyen la loneta teñida de color café para las carpas, las colchas de calados indios y el batik local.
-¿Ha inspirado Zanzibar alguna otra de tus aventuras creativas?
La inspiración surge de una variedad de fuentes… Adoro su música y su ritmo, sus prendas de ropa de brillantes colores contrastados y un sentido de la moda que es totalmente orginal.
-Organizáis muchas actividades deportivas al aire libre, ¿no?
¡Casi todos los relacionados con el agua! Navegar en dhows (unos esbeltos veleros de vela triangular típicos de la región) Somos el primer resort PADI 5-Star Golden Palm (una de las mayores calificaciones para resorts que ofrecen actividades de submarinismo) en Tanzania con una flota de barcos para poder ofrecer todos esos deportes acuáticos sobre y bajo el agua. Incluyendo pesca, excursiones de día en vela y excursiones de una isla a otra.
-Tu resort fue diseñado para causar el mínimo impacto ambiental. ¿Tienes alguna recomendación para crear un turismo ecológico y sostenible?
Fundu es un refugio secreto que no se puede ver fácilmente hasta que te acercas. Nosotros no cortamos los árboles, construimos alrededor de ellos, usamos materiales naturales, nos preocupamos por el reciclaje y usamos energía solar.
-Describes tu experiencia como un “viaje del alma”
Me encanta dormirme con el sonido de las olas, y las puestas de sol y los cielos son sensacionales. Como lo es la gente.
-Acabo de enterarme de que fuiste la diseñadora de vestuario de una película que todos los niños de los ’80 recuerdan: “Laberinto”. ¿Se puede ser más guay que eso?
Sí, fue realmente emocionante trabajar en una película como esa después de haber trabajado también en “Cristal Oscuro”. Yo fui responsable junto a Brian Froud del vestuario de David Bowie, Jennifer Connelly y de el de el baile de máscaras.
¿Dónde nos estará esperando el futuro que anhelamos? ¿Reconoceremos la oportunidad que nos puede hacer felices y desplegar nuestro potencial? ¿En qué debemos trabajar para lograrlo?
En cualquier caso, la historia de Ellis encierra algunas pistas sobre ello.
PD. Para una visión del viaje a las islas de bajo presupuesto podéis visitar este post
This is a great and inspiring article – a reminder that we don’t have to stick to a job or lifestyle we don’t feel comfortable with just because other people are doing it!
Me encanta el artículo. Te hace pensar y eso, hoy en día, es difícil de encontrar.Enhorabuena!!
[...] Speaking of acting, some scenes of his movies were being projected. Such as Labyrinth, were he plays the Goblin King in a costume by our friend (and Zanzibar dreamer) Ellis Flyte [...]